ojo de luna y lágrima
los llamas luz y agua
con el verbo beso
irán esbozando un simiente nuestro
como nudo borromeo
como el ritual de las fresas con nata
como vernos desnudos frente al espejo de cuerpo entero
diáfano fanal y dentro
el árbol albaricoque
hueco y negro
entre costillas son caja de música
y esponjoso pecho
de hondo viene irisándose la yerbabuena y el eco
pues vive y suena el albaricoquero ribeteado de cascabeles
y amaneciendo ciego
ha florecido incansable durante catorce días
frutos recios van cayendo a tu pecho
aunque maduros para nadie
eso no te frenará
en otro continente en otro día en otro mundo
este corazón
que es corazón de bestiario en huida
de esta vida
por aquellos derroteros de océano mar rompiéndose
mar en no calma
no sereno
te pido
trágame hoy haciendo un adentro
seré silencioso pre-vivo
seré un ideario post-muerto…
sigue tú
ungida en mermelada agria
donde fluía lo chorreante de la insularidad
tu cuerpecito era
la dieta hipocalórica de la gelatina
de pera
de pera ácida
arterias
venas
la sangre espesada reza
“el otoño añeja tus mareas”
y el alambique de mi cuerpo ha sopesado esas mareas
Sobrevienen mis fueros internos.
Son ellos imposibles de sujetar.
…y muero de sueño vivo
si verdea el árbol florido
sueño…
por tu inmarcesible albaricoquero
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